Y es por eso que hoy vengo a verte, SEVILLISTA SERÉ HASTA LA MUERTE, la Giralda presume orgullosa de ver al Sevilla en el Sánchez Pizjuán...
miércoles, 27 de abril de 2011
Un lustro.
viernes, 8 de abril de 2011
SEVILLA HASTA LA MUERTE.
Una manera distinta de entender el sevillismo nació a raíz de un de los problemas más serios con los que se ha enfrentado nuestro Club en sus 105 años de historia: el arbitrario descenso administrativo a Segunda División B perpetrado en agosto de 1995.
Una afición que ya gozaba de la mejor de las reputaciones en toda España por su incomparable fidelidad a los colores a la par que un espíritu autocrítico siempre positivo, dio un paso al frente para convertirse en un mito siempre latente dentro del seno del club.
Esos miles de sevillistas que abandonaron sus vacaciones en pleno mes de agosto para conformar una de las manifestaciones más numerosas de la historia de la ciudad, unidos por un "Sevillista hasta la muerte" que se ha convertido en el grito de guerra reconocido y autorizado de todos los que sienten en sevillista, han matizado el carácter de una afición que cada día permanece más unida a su equipo, con el Estadio Ramón Sánchez Pizjuán su gran casa, como icono al que venera cada día de partido.
Una afición que se ha hecho acreedora de premios y reconocimientos a nivel nacional, por su mayoritaria forma de entender el fútbol y por la manera de apoyar siempre al Sevilla FC.
Una afición agradecida con los suyos, pero una afición que es imposible de manejar y manipular puesto que tiene carácter y personalidad propia.
La mejor hinchada del mundo reside en el Ramón Sánchez Pizjuan, su amor hacia el Sevilla FC está por encima de los títulos, de los descensos, de los futbolistas, de los directivos...
La mejor afición del mundo tiene su corazón en Nervión, y su grito de guerra es inmortal e inigualable:
¡¡Sevilla hasta la muerte!!
lunes, 4 de abril de 2011
JUAN ARZA, EL NIÑO DE ORO.
Juan Arza Íñigo, conocido como "El Niño de Oro", por sus cualidades futbolísticas, y por las 90.000 pesetas que costó su fichaje, es por derecho propio un mito histórico del Sevillismo.
Nació en Estella, Navarra, pero como él mismo reconoce, se siente sevillano de adopción.
Tras jugar en el CD Izarra, de su localidad natal, y el Málaga CF, llega a Sevilla en 1943, donde permanecería durante dieciséis temporadas defendiendo la elástica sevillista, hasta 1959, cuando marcha para jugar un último año en el Atlético Almería.
Segundo máximo goleador de la historia del club, con 207 goles en 415 partidos, y jugador con más partidos disputados en el Sevilla FC, consiguió además el trofeo pichichi en la temporada 1954/1955 con 28 goles, llegando a jugar dos partidos con la selección nacional.
Fue el capitán en la primera participación del Sevilla FC en la Copa de Europa .
Sin duda un jugador de leyenda y uno de los mejores futbolistas que han vestido la camiseta del Sevilla Fútbol Club.
Un niño de ORO que a buen seguro hoy en día no habría dinero para comprarlo.
viernes, 1 de abril de 2011
EL MEJOR HIMNO DEL MUNDO.
sábado, 19 de marzo de 2011
MARAVILLA DE BARBEITO.
No he encontrado nada mejor para inaugurar este blog, que esta maravilla que don Antonio García Barbeito nos regaló a los sevillistas en el pregón del Centenario del Sevilla FC:
No tengo cambio a la vista:
sevillista yo nací
y moriré sevillista.
Si dibujo la Giralda
y un cielo azul por arriba,
la rocío de azahar
y de vieja sangre artista,
le pongo un río a sus pies
y pongo versos de orillas,
la pongo frente a la luz
y hasta la luz siente envidia,
y echo a rodar un balón
por un Nervión futbolista,
el fútbol se hace pasión
que no golpea, acaricia.
Blanquirrojea en el sur
la pasión definitiva.
Y por más que otros se empeñen
en volcar ortografías
y escriban siempre con be
lo que es con uve inequívoca,
esta ciudad, esta mujer,
esta gloria fugitiva
solamente tiene un nombre
con siete letras: SEVILLA.
Cien años cumples, mi amor,
mas tienes la gran virtud
de vivir en juventud
como eternizada flor.
Blanquirrojo tu color,
vives del tiempo testigo.
yo te sueño y te persigo
con la única intención
de dejar mi corazón
cumpliendo siglos contigo.
¿Qué hago, enciendo cien velas
y te pido: “Sopla, sopla…”,
¿o encargo al cielo una copla
cantada por cien abuelas?
Vístete de lentejuelas,
y óyeme lo que te digo:
hazle un sitio por tu abrigo
a mi amor desmesurado:
quiero quedarme a tu lado
cumpliendo siglos contigo.
Cientos de silencios tuyos
se han venido hasta el octubre
a ver si tu amor los cubre
con su delicado arrullo.
¿Oyes, mi amor, el murmullo
que está hoy aquí conmigo?
¿Oyes la emoción? Te obligo,
lo merece esta afición,
a que dejes su pasión
cumpliendo siglos contigo.
¿Qué cielo quieres que baje
a rodear tu cintura?
¿Qué jardín, de qué locura,
para rizarte de encaje?
Mira la pasión que traje
en el nombre más amigo.
Aquí siguen, aquí sigo,
aquí estamos, a la vista,
una pasión sevillista
que quiere morir contigo.
¿Regalos de qué tamaños
para celebrarte a ti,
en qué alfombra andalusí
paseamos tus cien años?
¿Con qué telas, con qué paños
tu nombre no desabrigo,
para que pueda tu trigo
seguir dándonos espigas
hasta donde tú nos digas,
siglos tras siglos contigo?
Déjame que hoy yo me vista,
por lo de tu centenario,
con mi traje de diario,
mi condición sevillista.
No se presta, se conquista
tan preciada maravilla.
Y es tan alta y tan sencilla,
que para sentirme hombre
a mí me basta tu nombre
sonándome aquí: Sevilla.